Contadores de partículas

Un contador de partículas es una herramienta muy útil para comprobar la calidad del aire interior (IAQ) por ejemplo en salas blancas y lugares de trabajo, ya que un contador de partículas mide la concentración de partículas en el aire. Si bien un contador de partículas no identifica específicamente que tipo de polvo o partículas están presentes en el aire, un contador de partículas nos indicará cuantas partículas se encuentra en el aire de cierto tamaño que están presentes en el ambiente. Una conclusión está basada en los materiales conocidos en el área y los correspondientes tamaños de las partículas del aire de esos materiales.

La exposición a los gases de los tubos de escape, el humo, los contaminantes nocivos del aire y las partículas en suspensión en el aire son un peligro para la salud y pueden provocar estornudos, congestión y secreción nasal, picazón o enrojecimiento, dolores de cabeza, fatiga, fiebre, tos, falta de oxígeno, dermatitis, asma, bronquitis, neumonía y cáncer. Además, varios materiales son explosivos en forma de polvo. El polvo combustible es un riesgo muy grave para la seguridad de los trabajadores en la industria como en la agricultura, la fabricación de productos químicos, en la industria farmacéutica, en la fabricación de muebles y textiles, en la generación de energía de combustibles fósiles, en el reciclaje, el trabajo con metales, en la fabricación de aditivos y en la impresión en 3D, entre otros. Un contador de partículas se puede utilizar para controlar los niveles de partículas para garantizar las buenas prácticas de limpieza en el área de fabricación.

La contaminación se genera principalmente mediante combustión, procesos de material, fabricación, producción de energía, emisiones de vehículos y en la industria de la construcción.

   Las partículas en las áreas son de distinto tamaño y forma, como ser escamas de piel, pelos, esporas, polen o granos de tierra o pedazos metálicos. En general los instrumentos miden la dispersión de luz e informan el tamaño de partícula como si la dispersión hubiera sido creada por una partícula totalmente esférica, por lo tanto, la medición no corresponde exactamente a las dimensiones de la partícula, sino a las dimensiones de la partícula esférica que difractaría la misma cantidad de luz.

En la industria de los semiconductores se busca eliminar partículas de algunos nanómetros (10-9m), pero en la mayoría de las aplicaciones de la industria farmacéutica o medicinal el tamaño a medir va desde 0.5µm a 10µm (10-6m).

Los instrumentos informan la cantidad de partículas en distintos canales, los cuales son rangos de tamaños definidos por norma o por el usuario.

Las partículas son contadas a través de dispersión de la luz. Una fuente luminosa de alta potencia es usada para iluminar las partículas cuando pasan por la cámara de detección del contador (en general un láser). La cámara tiene paredes espejadas que reflejan la luz dispersada hacia el detector.

Las partículas pasan a través de la cámara con la ayuda de una bomba de vacío que fuerza aire a través de la cámara de detección.

Cuando se usa el método de dispersión un láser ilumina las partículas cuando estas pasan la cámara de detección y la luz dispersada por las partículas es concentrada por un sistema óptico y medida por un detector luminoso.